Él Nos Dio las Escrituras: Los Fundamentos de la Interpretación: Descubriendo el Significado

INTRODUCCIÓN

Los niños usualmente no aprecian lo mucho que sus maestros hacen por ellos. Sus maestros trabajan muy fuerte para darles nuevas lecciones. Pero generalmente, los jóvenes estudiantes no hacen más que murmurar y quejarse. Como adultos, vemos a nuestros maestros de la infancia, y entendemos lo bueno que fue no tener que aprender esas lecciones solos. Estamos agradecidos por lo que hicieron por nosotros. Pero cuando pensamos en ello, debemos estar más agradecidos por las innumerables oportunidades que nos fueron dadas para que las lecciones de nuestra infancia nos enseñaran más durante nuestras vidas. Eso muestra, lo que pasa con el significado de las Escrituras. Dios no nos deja descubrir el significado de las Escrituras por nuestra propia cuenta. Él proporciona guías para ayudarnos. Pero, una de las cosas más destacadas acerca de la Biblia es que a medida que avanzamos en nuestras vidas, podemos regresar a la Biblia una y otra vez y siempre aprender más acerca de su significado.

Esta es la sexta lección en nuestra serie Él Nos Dio las Escrituras: Los Fundamentos de la Interpretación, y hemos titulado esta lección "Descubriendo el Significado." En esta lección, nos enfocaremos en las estrategias hermenéuticas que pueden ayudarnos a averiguar el significado original de las Escrituras. Cuando estamos descubriendo el significado de la Biblia, innumerables factores contribuyen al proceso. Pero para nuestros propósitos, sólo dirigiremos nuestra atención a dos de ellos. Primero, hablaremos acerca de algunas guías que nos ayudarán a revelar el significado de un texto bíblico. Y segundo, veremos el valor de hacer múltiples resúmenes de ese significado. Comencemos observando las guías que nos apuntan hacia el significado de las Escrituras.

GUÍAS

En una lección anterior, mencionamos que muchos de los evangélicos actuales se refieren a su estrategia hermenéutica generalmente como el método gramático-histórico. Ésta terminología es relativamente reciente, pero representa un enfoque que puede ser trazado a través de la historia de la iglesia, especialmente desde el tiempo de la Reforma Protestante. El método gramático-histórico busca descubrir el significado de las Escrituras en términos de su gramática — lo que está escrito en sus páginas — y en términos de su antiguo contexto histórico, especialmente el contexto de sus audiencias y de sus autores humanos. Estos factores gramáticos e históricos sirven como guías para descubrir el significado de las Escrituras.

En esta lección nos enfocaremos en tres guías principales que nos ayudarán a revelar el significado del texto en las Escrituras: el escritor del texto, el documento mismo, y la audiencia original para quien el texto fue escrito.

Cuando el Espíritu Santo inspiró a los escritos del texto, Él trabajó a través de los talentos y personalidades de los escritores. Así que, conocer algo de los escritores nos puede ayudar a entender las cosas que ellos escribieron.

El Espíritu Santo también elaboró cada libro como un documento integrado, proporcionando suficiente contenido escrito para que cada pasaje sea entendido dentro de su propio contexto gramático y literario. Así que, el documento mismo puede guiar nuestra interpretación ya que contiene el contexto literario en el cual todos sus pasajes deben ser interpretados.

Y el Espíritu se aseguró de que los libros que inspiró tuvieran sentido para sus audiencias originales y que fueran relevantes para sus vidas. Así, también podemos aprender algunas cosas acerca del significado de las Escrituras, explorando las identidades y las vidas de sus lectores originales.

Imaginemos a un hombre en un restaurante quien encuentra una nota tirada en el suelo. La nota sólo tiene una palabra escrita: "¡AYUDA!", Él muestra la nota a sus amigos de la mesa para ver si alguno de ellos puede averiguar lo que significa. Pero no hay mucho que se pueda hacer. "Quisiera que hubieran más palabras," dice el hombre, "Si tan sólo supiéramos quien la escribió," añade un amigo. Y otro comenta, "Quisiera que hubiera alguna manera de saber ¿Para quien era esta nota?" El hecho es que la nota puede significar muchas cosas.

Puede ser parte de un juego de niños que estuvieron jugando en otra mesa. Puede ser una petición de ayuda con el menú. Podría ser un grito desesperado de alguien que está en serios problemas. Sin más orientación, no hay manera que este hombre y sus amigos puedan entender lo que la nota en realidad significa. Y algo similar es cierto en la Biblia. Cuando sabemos poco o nada acerca de los autores y audiencias, o cuando leemos pasajes sin conocer sus contextos más a fondo, el significado que la Biblia nos quiere comunicar no será claro para nosotros. Pero la buena noticia es que cualquier conocimiento que obtengamos del escritor, del documento o de la audiencia tiene el potencial para mejorar nuestra comprensión del significado de las Escrituras.

Si no tomamos en cuenta el contexto gramatical e histórico de las Escrituras que estamos estudiando, inevitablemente las vamos a leer únicamente a la luz de lo que estamos asumiendo. Por ejemplo, y esto puede sonar absurdo para algunas personas, pero cuando Jesús habló de nacer de nuevo o nacer de lo alto, hay personas que han leído eso como reencarnación — nacer de nuevo, es literalmente renacer. No es una especie de entrar en el vientre de nuestra madre, sino de entrar en el vientre de otra persona por segunda vez, que fue lo que Nicodemo malentendió en este pasaje. Así que necesitamos entender el sentido gramatical del mismo, el contexto literario. Y en ese caso, algunos antecedentes históricos pueden ayudar también. Por ejemplo, cuando el pueblo judío habló de renacer, ellos podrían pensarlo especialmente en términos de cuando los gentiles se convertían al judaísmo. Pero eso sería algo que no tendría sentido para un maestro de Israel. ¿Cómo podría él ser tratado como si estuviera al mismo nivel de alguien que ni siquiera era parte del pueblo de Dios? Pero, es como cuando Jesús dice más adelante, vayamos a un contexto más amplio, en Juan 8, él dice que las personas son hijos del maligno hasta que se convierten en hijos de Dios, así que una persona necesita nacer de nuevo espiritualmente. Y lo podríamos multiplicar con pasajes a través de la Biblia, porque, todo tiene un contexto cultural y un contexto gramatical en las Escrituras. Todas las Escrituras son para todos los tiempos, pero también necesitamos reconocer los principios, los principios universales y eternos que podemos aplicar a otros escenarios. [Dr. Craig S. Keener]

Creemos que un mayor conocimiento del contexto gramatical o histórico nos ayudará a obtener una mejor lectura de la Biblia. Ahora por supuesto, podemos leer la Biblia con escasa educación, sin más herramientas extras que el texto bíblico y ha sido por siglos la convicción de los cristianos que entendamos lo que el texto significa sin ninguna herramienta extra y sin los recursos que están disponibles para nosotros en nuestra era moderna. Pero, sin embargo, la comprensión de la forma en la que los párrafos y oraciones fueron puestos juntos y la comprensión del contexto en el cual el pasaje fue escrito, traerá mayor claridad y mayor comprensión para el lector. [Dr. Simon Vibert]

Nuestra discusión de las guías que nos ayudan a revelar el significado del texto bíblico, la dividiremos en cuatro partes. Comenzaremos observando más de cerca cada una de las guías: el escritor, el documento, y la audiencia. Y concluiremos esta sección explorando su interdependencia. Veamos primero la guía ofrecida por el escritor.

Escritor

Siempre que consideramos al autor humano de una porción de las Escrituras, tenemos que estar preparados para responder todo tipo de preguntas. Primero, queremos conocer la identidad del autor. ¿Quién era él? A veces, las Escrituras de hecho identifican al autor de varios libros por su nombre. Por ejemplo, los libros del Antiguo Testamento, Amós e Isaías son atribuidos directamente a los profetas Amós e Isaías. Las epístolas del Nuevo Testamento de Pedro y Pablo explícitamente nombran a estos apóstoles como sus autores. Pero al mismo tiempo, libros como Jueces y Reyes, así como Hechos y Hebreos, son anónimos. En estos casos, generalmente nos tenemos que conformar con algunas observaciones generales acerca de la autoría. Pero cualquiera que sea el caso, la investigación histórica general y las mismas Escrituras siempre nos permiten crear un perfil para cada autor bíblico. Siempre podemos obtener algunas ideas de preguntas como éstas: ¿Qué papel tenía el autor entre el pueblo de Dios?, ¿Cuáles son sus intereses especiales?, ¿Qué tipo de conceptos, comportamientos y emociones enfatiza él en su libro? Y todo lo que sabemos acerca del autor bíblico nos guía hacia la meta de descubrir el significado de las Escrituras.

Consideremos la influencia que debe tener nuestro conocimiento del autor sobre nuestros esfuerzos interpretativos, enfocándonos en el escritor de Juan 3:16. En este versículo familiar leemos:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

El evangelio de Juan fue escrito por el apóstol Juan, quien era el hermano de Jacobo, hijo de Zebedeo. Él era uno de los que formaba el círculo más cercano de acompañantes de Jesús y un pilar de la fe en la comunidad cristiana primitiva. Además del evangelio de Juan, él escribió otros cuatro libros en el Nuevo Testamento: 1 Juan, 2 Juan, 3 Juan y Apocalipsis.

A través de sus libros, y a través de las cosas que se dijeron de Juan por otros escritores bíblicos, como Mateo, Marcos y Lucas, podemos obtener un útil entendimiento de las creencias de Juan y de la manera en la que él comunicó esas creencias a su audiencia. Por ejemplo, en Juan 20:31, Juan estableció el propósito por el que escribió su evangelio. Él le dijo a su audiencia:

Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. (Juan 20:31)

Éste pasaje deja claro que el propósito primordial de Juan era para llamar a sus lectores a que "crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que por esa creencia tengan vida en su nombre."

Cuando tenemos algo de conocimiento del escritor y de su propósito, no es difícil ver esta misma doble meta en Juan 3:16.

La mayoría de los editores de las traducciones modernas consideran a Juan 3:16 como el principio de los comentarios de Juan sobre las palabras de Jesús en Juan 3:15. La primera parte de Juan 3:16 dice que, "De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito" esta porción del versículo corresponde a la primera parte de Juan 20:31: "… para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios."

Y la segunda parte de Juan 3:16 dice, "… para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna." Esta parte del versículo corresponde a la segunda parte de Juan 20:31: "… para que creyendo, tengáis vida en su nombre."

Observando estos paralelos verificamos algo que muchos intérpretes han reconocido por milenios. Juan destinó este pasaje como mucho más que una mera declaración de hechos históricos. El hecho histórico de que Dios dio a Jesús su Hijo unigénito era importante para Juan, pero el propósito real para mencionarlo era llamar a su audiencia a la fe salvadora en Cristo para que ellos tuvieran vida eterna. Como podemos ver, entender el propósito de Juan y sus creencias, nos ayuda a interpretar su evangelio más apropiadamente.

Habiendo considerado los beneficios de confiar en el escritor como una guía para el significado de las Escrituras, dirijamos nuestra atención al documento bíblico.

Documento

Nuestro uso de la palabra documento incluirá todas las características del texto que estamos estudiando, incluyendo su vocabulario, gramática, figuras del lenguaje, estructura de la oración, estructura formal, el bosquejo de su argumento, el contexto literario que le rodea, y así sucesivamente. Para interpretar las Escrituras responsablemente, debemos poner atención a las propias palabras y frases que el autor inspirado escribió.

Una de las cosas más importantes para recordar cuando exploramos un documento bíblico es que éste trasmite su significado en unidades de diferentes tamaños. Estas diversas unidades de significado son diferentes en géneros diferentes, pero en términos generales, el significado es trasmitido por morfemas, que son pequeñas características de palabras que indican el singular, plural y los tiempos verbales. El significado también es trasmitido a través de palabras, frases, cláusulas, oraciones, párrafos en prosa y poesía en estrofas. Secciones más grandes como las narraciones enteras, discursos o códigos legales e incluso libros enteros, sirven cómo unidades de significado. Curiosamente, el significado de las unidades más pequeñas se vuelven más claro a la luz de unidades más grandes. Y el significado de las unidades grandes se vuelven más claras a la luz de las unidades más pequeñas. Para ver cómo nos guía un documento bíblico hacia su significado, tenemos que estar listos para explorarlo en todos estos niveles.

Para ilustrar lo que queremos decir, observemos un aspecto de Juan 3:16 que a menudo es malentendido.

Cómo vimos antes, Juan 3:16 comienza diciendo "Porque de tal manera amó Dios al mundo…" Es muy común para los cristianos evangélicos tomar esta frase y traducirla como: "porque Dios amó enormemente al mundo…" o "Porque Dios amó profundamente al mundo…" o "Porque Dios amó mucho al mundo…" Este entendimiento del inicio de Juan 3:16 es tan antiguo y tan amplio que muchos de nosotros nunca cuestionaríamos el tomar la frase de Juan "de tal manera" como enormemente," "profundamente," o "mucho." Pero cuando observamos a Juan 3:16 en su contexto más amplio, pronto se hace evidente que éste no es el significado de la frase "de tal manera."

Para empezar, la frase "de tal manera" es una traducción de la palabra griega houtōs. Este adverbio griego ocasionalmente tiene la connotación de "tan grandemente" o "tanto" pero muy a menudo es usado para significar "por tanto" o de este modo," o de esta manera."

Comparando el uso de Juan de "de tal manera" en el versículo 16 con los versículos que vienen justo antes de este, podemos ver que así es como se usa en Juan 3:16. Juan 3:14 y 15 dice:

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:14-15)

En estos versículos Jesús estableció una comparación entre el tiempo cuando "Moisés levanto la serpiente en el desierto" y el tiempo cuando "el Hijo del Hombre — Jesús mismo — sería levantado."

En el versículo 15, Jesús se refirió a Números 21:4 al 9 donde Dios castigó a Israel en el desierto, mandando serpientes venenosas contra ellos. El pueblo de Israel clamó por su liberación.

Y por orden de Dios, Moisés hizo una serpiente de bronce, la puso en un poste, la levantó en el aire, y todos los Israelitas ¬¬que miraran la serpiente de bronce eran sanados. Por medio de esta analogía, Jesús dejó claro que de esta manera, él sería levantado y todas las personas de todas partes que lo vean a él, serán salvas del juicio de Dios.

Es importante notar aquí que Jesús dijo, "Y como Moisés levantó la serpiente… Así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado." En ésta comparación, el término griego traducido "Así es necesario que" es el mismo termino que aparece al principio del versículo 16, houtōs. Jesús dijo que justo cómo la serpiente fue levantada, "así," o "de la misma manera," el Hijo del Hombre debía ser levantado. Y Juan tomó esta comparación cuando usó el mismo término en el versículo 16.

En efecto, Juan repitió la palabra; houtōs, para hacer una segunda comparación con Moisés levantando la serpiente. Pero en el versículo 16, la comparación es entre lo que Moisés hizo y lo que Dios hizo cuando dio a su Hijo unigénito. O como podríamos ponerlo, "Así como Moisés levantó a la serpiente en el desierto… de tal manera amó Dios al mundo y dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna."

Este ejemplo ilustra sólo una pequeña muestra de que al considerar cuidadosamente el documento de un texto bíblico nos ayuda a entender su significado.

Con este entendimiento de como el escritor y el documento sirven como guías de ayuda para la interpretación, estamos listos para considerar a la audiencia como una tercera guía.

Audiencia

Es importante entender el contexto histórico en el cual un libro de la Biblia está escrito porque una de las cosas notables acerca de la literatura bíblica es que Dios escoge hablar a su pueblo en un tiempo e individuos en particular, teniendo en cuenta sus afanes y preocupaciones, sus temores y sus esperanzas acerca del mundo que los rodea. Dios les habló así con el fin de revelarse a sí mismo, y llegamos a ser parte de ese mensaje, recibiéndolo para nosotros, tal cual se mencionó a través de su contexto histórico particular. [Dr. Scott Redd]

Cuando consideramos la audiencia original de una parte de las Escrituras, tenemos que estar listos para hacer todo tipo de preguntas. Primero, necesitamos conocer la identidad de la audiencia original ¿Quiénes eran? Algunas veces, las Escrituras nos dicen explícitamente quien era la audiencia. Por ejemplo, la epístola a los Romanos en el Nuevo Testamento, identifica como cristianos a la audiencia que vivía en Roma. Gálatas identifica a las iglesias de Galacia cómo su audiencia. Al mismo tiempo, la mayoría de los libros en el Antiguo y Nuevo Testamento no identifican a la audiencia directamente. En estos casos, debemos conformarnos con indicios indirectos. En todo caso, la investigación general histórica y las Escrituras mismas nos permiten crear un perfil general de las audiencias originales. Debemos hacer todo lo posible para responder preguntas como: ¿Dónde vivía la audiencia?, ¿Cuáles eran sus circunstancias históricas?, ¿Qué retos enfrentaban?, ¿Qué necesidades conceptuales, de comportamiento y emocionales tenían? Todo lo que sabemos acerca de las audiencias originales nos guían a descubrir el significado de las Escrituras.

Aunque la audiencia original no contribuyó directamente en la redacción de las Escrituras, los escritores bíblicos generalmente integraron sus libros teniendo en mente a las audiencias originales y secundarias. Ellos escribieron directamente para algunas personas pero también escribieron para otros que estarían expuestos a sus libros indirectamente. Esto se debió a que la alfabetización cuando las Escrituras fueron escritas primeramente era un privilegio de unos pocos. Así que, los autores bíblicos no esperaban realmente que mucha gente tomara sus libros y los leyera. Sin embargo, entre más sabemos acerca de las audiencias originales primarias y secundarias, mejor capacitados estamos para investigar el significado original de los pasajes bíblicos.

Regresemos una vez más al evangelio de Juan para ilustrar la importancia de mantener en mente a la audiencia original de un libro bíblico. En el caso del evangelio de Juan, tenemos que confiar en indicios indirectos acerca de la audiencia primaria y secundaria de Juan.

Por un lado, Juan frecuentemente tuvo la necesidad de explicar las costumbres en Palestina. Escuchemos lo que escribió en Juan 4:9 con respecto a la conversación de Jesús con una mujer samaritana:

La mujer samaritana le dijo a Jesús: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. (Juan 4:9)

Por el comentario de Juan, parece que al menos alguna parte de su audiencia no conocía acerca de la separación entre judíos y samaritanos. Así que, es muy difícil creer que Juan escribió principalmente para personas que vivían en Palestina donde muchas costumbres eran bien conocidas por todos. De hecho, al menos alguna parte de la audiencia de Juan probablemente era gentil debido a que dos veces — en el capítulo 1:41 y en el capítulo 4:25 — él tuvo la necesidad de explicar que la palabra griega Cristo era el equivalente al término hebreo Mesías.

Sólo como un ejemplo, escuchemos el comentario de Juan en Juan 9:22:

Los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga. (Juan 9:22)

En este pasaje, "ser expulsado de la sinagoga" era ser excomulgado, excluido de la vida de la comunidad judía.

No podemos asumir únicamente que la audiencia de Juan estaba compuesta de gentiles y de personas fuera de Palestina, sino que su audiencia parece estar enfrentando un reto crucial. Una pista de este reto aparece en el hecho de que Juan usa la terminología "los judíos" como una manera de referirse a aquellos quienes se oponían a Jesús y a sus seguidores. Este tema es tan prominente que algunos intérpretes han argumentado que este evangelio es antisemítico. Por supuesto, Jesús, Juan y el resto de los apóstoles de Jesús eran judíos, así que esto no fue una mera referencia étnica, más bien Juan tenía en mente a los judíos que no creían en Jesús y perseguían a la iglesia.

La frecuencia con la que Juan se refiere a los judíos incrédulos como oponentes de Jesús y de sus seguidores sugiere fuertemente que la audiencia de Juan también enfrentaba persecución debido a su fe. Y el evangelio de Juan generalmente aborda las razones por las que los judíos incrédulos rechazaban a Jesús y a los convertidos al cristianismo. Para nuestros propósitos, mencionaremos únicamente dos.

Por un lado, los judíos incrédulos acusaban a Jesús de blasfemia porque él proclamaba ser el Hijo de Dios. Escuchemos la manera en la que Jesús reprendió a sus oponentes judíos en Juan 10:36:

¿…vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? (Juan 10:36)

Como este versículo lo indica, la proclamación que Jesús hizo de ser el Hijo de Dios, fue una de las razones principales por las que fue rechazado por los judíos.

Por otro lado, Jesús también les desagradaba a sus oponentes judíos porque él traía esperanza de salvación tanto a gentiles como a judíos. Juan deja en claro que Jesús no sólo era el Salvador de los judíos sino de todos los grupos del mundo.

Por ejemplo, en Juan 4:42, leemos la respuesta de los samaritanos después de haber escuchado el testimonio de la mujer samaritana a la que Jesús encontró en el pozo:

Sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo. (Juan 4:42)

Desde el punto de vista de Juan, Jesús no era sólo el Salvador de los judíos sino "el Salvador del mundo."

La importancia de estos dos temas para la audiencia original de Juan nos ayuda a explicar pasajes como Juan 3:16 donde Juan destacó que Jesús es el unigénito Hijo" de Dios y que el Padre lo envió para mostrar como "Dios amó al mundo."

Cada libro en la Biblia fue escrito para una audiencia original, y nosotros en el siglo veintiuno no somos la audiencia original. Creo que es interesante y quizás nos ayude el darnos cuenta de que la mayoría de los libros individuales en el Nuevo Testamento, son epístolas o cartas, así que cuando leemos esas epístolas — y creo que podemos extender eso a toda la Biblia pero ciertamente en las epístolas — estamos leyendo el correo de otras personas. Estas son para nosotros porque pertenecemos a la iglesia, pero fueron escritas en primer lugar para una audiencia original, en el caso del Nuevo Testamento, una audiencia original de cristianos del primer siglo. Y así, si trabajamos duro para entender la situación y preocupación original de la audiencia original y del escritor bíblico original que escribió a esa audiencia, seremos capaces de tener un mejor entendimiento del libro. Y debemos buscar el obtener ese entendimiento original antes de movernos a ponerlo en práctica en nuestra situación actual. [Dr. Robert K. MacEwen]

Ahora que hemos considerado las maneras en las que el escritor, el documento, y la audiencia pueden servirnos como guías para el significado de las Escrituras, dirijamos nuestra atención a su interdependencia.

Interdependencia

Para que podamos interpretar la Biblia de manera responsable, es muy importante que entendamos que cada una de las guías que hemos mencionado informa y es informada por las otras. Nuestro conocimiento del autor nos ayuda a entender su documento y su audiencia original. Las cosas que sabemos acerca de la audiencia nos ayudan a entender las intenciones del escritor y los detalles de su documento. Las palabras y la gramática del documento nos dan información sobre el escritor y la audiencia. Así que, como intérpretes, tenemos que obtener tanta orientación como sea posible de todas estas fuentes, para que nuestras lecturas de las Escrituras no estén distorsionadas por un énfasis desequilibrado en sólo uno o dos de ellos.

El escritor, el documento, y la audiencia son guías interdependientes para el significado. Si fallamos en entender su interdependencia, es muy fácil caer en error. Si sobre-enfatizamos al autor, generalmente caemos en un falacia intencional. Una falacia intencional se basa excesivamente en lo que pensamos que sabemos sobre el escritor y sus intenciones, y deja de enfatizar las cosas que aprendemos acerca del documento y de su audiencia.

Hay muchas maneras de cometer falacias intencionales en la interpretación bíblica. Por ejemplo, podríamos hacer suposiciones injustificadas acerca de las intenciones del autor especulando acerca de lo que él estaba pensando cuando escribió. O podemos sobre-enfatizar información valiosa sobre un escritor asumiendo erróneamente que eso es muy importante para el texto que estamos interpretando.

Ilustremos unas posibles falacias intencionales observando Juan 3:16. Podemos estar seguros que cuando Juan escribió estos versículos, él intentaba llamar la atención de sus lectores al amor de Dios demostrado en la muerte de Cristo. Pero no podemos estar seguros de todas las sutiles influencias psicológicas que motivaron a Juan a escribir estas palabras. Las Escrituras y la historia confiable simplemente no nos dan suficientes pistas sobre los pensamientos de Juan como para sacar este tipo de conclusiones. Y aun si pudiéramos, sus pensamientos pueden no ser relevantes para el significado de Juan 3:16.

Esos intérpretes quienes tienen un alto valor en la autoridad e intención de un texto son algunas veces acusados de cometer falacias intencionales, que es la idea de que de alguna manera especulemos en lo que pensamos que el autor realmente quiso decir en el texto bíblico. Eso no significa que no podamos decir que los autores son capaces de comunicar lo que ellos quieren que sus oyentes entiendan para que eso sea comprensible a través de los años. Ya sea que yo le escriba un correo electrónico a mi esposa hasta el otro lado del mundo, o que alguien hoy escriba algo en un periódico, o un autor escribiendo un libro moderno, todos los autores asumen que hay una manera en la cual ellos traen su mensaje a través de lo que son y por medio de la redacción de ese texto trasmiten algo de ellos mismos. También está el hecho de que creemos que el autor final de las Escrituras no son los autores humanos solos, sino realmente el Autor divino que trabajó junto al autor humano, y por lo tanto creemos que el Espíritu Santo ayuda a estos autores a escribir la Biblia en primer lugar. Pero también ayuda a los lectores modernos a leerla para que podamos entender lo que el autor quiso decir en la mente de Dios. [Dr. Simon Vibert]

Un segundo tipo de error que podemos cometer es sobre-enfatizar el documento. Este tipo de error es generalmente llamado una falacia gráfica. El término "gráfico" viene de la palabra griega graphē , que significa "escritura." Consiguientemente, la falacia gráfica sobre-enfatiza al documento mismo, hacia la relativa exclusión de consideraciones contextuales como el escritor y la audiencia. Esto es un error, o equivocación porque el mismo documento puede significar algo muy diferente dependiendo de quién lo escribió y para quienes se escribió. Podemos cometer este error al pensar que podemos comprender suficientemente el significado del pasaje sólo por analizar su vocabulario, gramática y estructura sin tener en cuenta a su autor y audiencia original.

En nuestro ejemplo de Juan 3:16, pensemos acerca de lo que podría suceder si nos enfocamos exclusivamente en el documento e ignoramos a Juan y a su audiencia original. ¿Cómo podemos saber quién era el Hijo de Dios? Después de todo, este versículo no lo identifica explícitamente. Si los lectores no sabían que Juan era cristiano y que él escribió a una audiencia cristiana, podrán hacer todo tipo de hipótesis irresponsables.

Un adorador pagano de los dioses cananeos podría pensar que el "hijo de Dios" era Baal, el hijo del dios cananeo El.

Alguien familiarizado con el hecho de que Adán es llamado el hijo de Dios" en Lucas 3:38 podría concluir erróneamente que Adán es el Hijo de Dios en Juan 3:16, o aun que Adán y Jesús son la misma persona.

Otros lectores podrían estar confundidos por términos como Unigénito o mundo, o el concepto de vida eterna. Hay muchos errores que podemos cometer cuando ignoramos al escritor y a la audiencia.

Un tercer tipo de error interpretativo que cometemos es sobre-enfatizar a la audiencia. Este error se llama comúnmente falacia afectiva porque se enfoca excesivamente en cómo las Escrituras afectan a su audiencia. Este error es generalmente cometido cuando un intérprete especula demasiado acerca de la mentalidad de la audiencia original, y falla al no poner suficiente atención al escritor y al documento. Es ciertamente legítimo considerar los efectos de las Escrituras en su audiencia original, así como las cosas que aprendemos cuando leemos acerca de la audiencia desde la historia confiable. Pero el error afectivo va más allá de sobre-enfatizar las reacciones de la audiencia en el texto, y casi siempre resulta en lecturas subjetivas y poco fiables de las Escrituras.

Por ejemplo, en Juan 3:16, la falacia afectiva puede especular demasiado acerca de las circunstancias de la audiencia original y de la enseñanza de Juan acerca de la vida eterna. Esto puede sugerir que cuando Juan habló de la vida, a lo que realmente se refería era al escape terrenal de la persecución que su audiencia original estaba sufriendo y no a una renovación y bendición espiritual que gozarían por siempre. Esta interpretación podría sobre-enfatizar el impacto del pasaje en su audiencia, ignorando la enseñanza más amplia de Juan y los detalles del documento mismo.

Es posible sobre-enfatizar la importancia de la audiencia original para la que un libro de las Escrituras fue escrito de esta manera: Primero que nada, haciéndolo muy específico y particular, pensando que sabemos más acerca de ellos que lo que en realidad sabemos. Porque la verdad es que para la mayoría de los libros del Nuevo Testamento — y también para los del Antiguo Testamento, pero voy a hablar del Nuevo Testamento — de la mayoría de los libros del Nuevo Testamento no conocemos mucho acerca de la audiencia a la que fueron escritos. Y por lo tanto, cuando tratamos de hacer alguna hipótesis de esa audiencia, estamos como malinterpretándola porque nos imaginamos una audiencia que no es justa. Por ejemplo, Hebreos… es un libro en el que estoy especializado, y muchas personas se imaginan una audiencia particular a la que Hebreos fue escrito… De hecho, se distorsiona su interpretación porque no conocemos su audiencia específica. Así que es importante tener en cuenta que los libros fueron escritos en el primer siglo. Es importante entender la cultura y el lenguaje de ese siglo, cómo escribían y así sucesivamente. Pero también es importante no desarrollar una idea de una audiencia original que va más allá de lo que conocemos. De los evangelios, por ejemplo, conocemos que fueron escritos para los cristianos para nutrir la iglesia, pero no sabemos mucho más que eso. Y es importante no asumir que sabemos mas que eso. Si lo hacemos, vamos a malinterpretar las Escrituras. [Dr. Gary Cockerill]

Tristemente, las equivocaciones como la falacia intencional, la falacia gráfica y la falacia afectiva son fáciles de cometer — especialmente cuando no tenemos mucha información acerca de algunas de las guías. Y la verdad es que no siempre podemos conocer mucho acerca del escritor y de la audiencia del texto. Muchos libros bíblicos son anónimos, y muchos no identifican explícitamente a sus audiencias. Y algunas veces aún nos falta información importante acerca del documento. No siempre tenemos acceso a los recursos que nos ayudaran a entender todas las características, como las implicaciones de la manera, en las que las cosas expresan, en los lenguajes originales de las Escrituras. Cuando nuestra información es más limitada, generalmente es prudente que nuestras interpretaciones sean más generalizadas. Aun así, cuando consideramos la interdependencia de la orientación que recibimos del escritor, el documento y la audiencia, todo lo que aprendemos de cualquiera de estas guías tiene el potencial de mejorar nuestras interpretaciones.

Hasta ahora en nuestra discusión de descubriendo el significado, hemos abordado tres guías importantes para el significado. Ahora estamos listos para dirigir nuestra atención sobre el valor de hacer múltiples resúmenes del significado de los textos bíblicos.

RESÚMENES

Si hemos estado en la iglesia por algún tiempo, probablemente has escuchado a más de un pastor predicar un mismo texto bíblico. Y a menudo los sermones son muy diferentes. De hecho, es posible predicar diferentes sermones, muy diferentes sermones, desde un mismo texto sin violar su significado. ¿Cómo es que esto es posible? En pocas palabras, ninguna interpretación humana de las Escrituras puede ser completa o exhaustiva de su significado. Siempre hay más que aprender. Y por esta razón, siempre debemos buscar nuevas formas de resumir los pasajes bíblicos, para que podamos avanzar en nuestra comprensión de lo que significan.

Una de las formas más útiles de descubrir el significado en las Escrituras es realizando múltiples resúmenes de un pasaje. En el contexto de esta lección, usaremos la palabra resumen para significar:

Una descripción del pasaje.

Normalmente un resumen vendrá desde un punto de vista particular o enfatizará un concepto particular que aparece en el pasaje. Puesto que cada pasaje tiene un significado complejo, los resúmenes nos ayudan estrechando nuestro estudio, permitiendo concentrarnos únicamente en una parte de lo que el pasaje quiere decir.

Podemos ilustrar el concepto de un resumen pensando en un grupo de estudiantes que observan una compleja obra dramática. Después de la presentación, se les pide a los estudiantes que resuman el significado de la obra. Un estudiante resume la obra describiendo como los personajes se desarrollaron a través de la historia. Otro la resume en el orden cronológico de los eventos. Otro describe la forma en la que el autor estaba criticando los valores culturales de la época. Y finalmente, otro estudiante describe como fue afectado personalmente por el maravilloso escenario y su lenguaje tan expresivo. Todas estas respuestas son resúmenes legítimos del significado de la presentación. Pero ninguno de los resúmenes captura en su totalidad el significado completo de la obra. Si estuviéramos buscando el significado completo de la obra, necesitaríamos incluir todos estos resúmenes. Pero esa es una de las razones por las que hacer múltiples resúmenes es tan útil — esto nos ayuda a enfocarnos en aspectos individuales del significado, y también nos permite aprender más y más del completo significado de la obra.

Y lo mismo es verdad con las Escrituras. Puede haber muchas maneras legítimas para resumir el significado de un pasaje en la Biblia, y estos resúmenes pueden ayudarnos a entender mejor ciertos aspectos de su significado. Y en conjunto, múltiples resúmenes legítimos nos acercan cada vez más al completo significado del pasaje.

Consideraremos tres factores principales que ilustran el beneficio de hacer múltiples resúmenes del significado de las Escrituras. Primero, veremos la complejidad del pasaje. Segundo, mencionaremos la singularidad del intérprete. Y tercero, nos enfocaremos en las necesidades de la audiencia para quienes se resume el texto. Comencemos explorando la complejidad del pasaje.

Complejidad del Pasaje

Cómo aprendimos en una lección anterior, la complejidad de los pasajes de las Escrituras se debe en gran parte al hecho de que su significado original o sentido literal, es multifacético, como un corte de una piedra preciosa. Tienen facetas que representan cosas como hechos históricos, doctrinas, obligaciones morales, salvación y escatología. Cada texto de las Escrituras comunica implicaciones morales para nuestros pensamientos, palabras y acciones. Cada texto nos enseña algo acerca de la historia y de la salvación, y nos ayuda a formar nuestras esperanzas y expectativas con respecto al futuro. Y cada una de estas cosas que un pasaje comunica pueden ser usadas como las bases para un resumen.

De hecho, debido a que el significado de las Escrituras es multifacético, podemos resumirlo de muchas maneras diferentes y seguir siendo cierto su sentido literal. La complejidad de las Escrituras implica que nuestros resúmenes nunca serán exhaustivos, y que siempre podemos hacer más resúmenes que sean tanto ciertos como distintos.

Vamos a explorar esta idea observando algunos de los lugares donde un pasaje de las Escrituras realmente resume a otro. Consideremos estas palabras del Salmo 110:1:

Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. (Salmo 110:1)

El Nuevo Testamento frecuentemente cita el Salmo 110:1. Pero cada vez, se enfoca en diferentes aspectos del significado original. Y ninguna de estas citas contiene todo lo que los otros versículos dicen acerca del significado original del salmo.

Por ejemplo, Jesús lo citó en Lucas 20:41 al 44 para demostrar que el Mesías era más que simplemente el hijo de David.

En Hechos 2:32 al 36, Pedro lo usó para demostrar que Jesús era ambos, el Señor y el Cristo ya que él era el heredero de David que había ascendido al trono celestial.

El Nuevo Testamento también reconoce que las palabras del Salmo 110:1 son dichas al Señor de David; por lo tanto, muchos pasajes del Nuevo Testamento usan el Salmo 110 para referirse al reinado de Cristo en la tierra. Efesios 1:20 al 22, 1 Corintios 15:25 y Hebreos 10:13 todos resumen este aspecto del significado original del salmo con referencia al presente reinado de Cristo hasta que regrese.

Hebreos 1:13 incluso lo utiliza para demostrar que la autoridad de Jesús es superior al ministerio de los ángeles.

Cada una de estas referencias del Nuevo Testamento al Salmo 110:1 son fieles al significado original de éste. Pero también cada una de ellas es un resumen incompleto de ese significado original, y tiene un énfasis distinto. Esto es posible debido al complejo significado original del versículo.

Los escritores del Nuevo Testamento están usando el Antiguo Testamento en maneras que son muy comunes en términos del uso del texto anterior en tradiciones interpretativas judías. Y algunas personas los llaman técnicas midráshicas. Uno de los pasajes comunes que son confusos está en el evangelio de Mateo, y Mateo tiene lo que algunos han llamado una fórmula de consumación — "se ha consumado…" Y en Mateo 2, donde Cristo y su familia están huyendo a Egipto y luego cuando regresan de Egipto, Mateo cita al profeta Oseas y dice, "De Egipto llamé a mi hijo." Y muchas veces los comentaristas bíblicos han citado ese pasaje y dicen, ¿Cómo puede esto corresponder en alguna manera a lo que Oseas dijo originalmente cuando él escribió esas palabras miles de años antes? Lo que vemos si observamos los primeros cuatro capítulos de Mateo, en particular, es que Mateo está mostrando cómo Jesús realmente encarna a Israel. Que él es el israelita ideal; él es el hijo ideal de Dios. De la misma manera en que Israel fue llamado "para ser mi hijo" cómo lo leemos en Éxodo, Jesús va al desierto, es tentado, y él sobrevive a esa tentación y sobrevive a la prueba de la filiación paterna. Pero antes en el capítulo 2, cuando él y su familia huyen a Egipto y regresan de Egipto, él representa a todo Israel cuando regresa como una especie de: "El que vuelve." Y esa es la idea de lo que los autores bíblicos llaman tipología: él está cumpliendo con un patrón, Israel ha salido de Egipto y de la misma manera él sale de Egipto, y entendemos por eso que él está representando a Israel. Y ese patrón, esa tipología realmente se confirma cuando miramos los otros pasajes que retratan a Cristo en los primeros cuatro capítulos de Mateo en particular, que él es el Hijo de Dios, él es el Hijo de David, él es el Israelita ideal. [Dr. Greg Perry]

La gente generalmente tiene problemas cuando ven la manera en la que los escritores del Nuevo Testamento usan la literatura del Antiguo Testamento, porque particularmente en el seminario usualmente enseñamos que hay que usarlo muy cuidadosamente, justo como los escritores del Antiguo Testamento lo usaron, y así sucesivamente. En primer lugar, necesitamos entender que los escritores del Nuevo Testamento usaron el Antiguo Testamento de tres maneras diferentes: Algunas veces lo citaron directamente, y cuando lo hacían, lo interpretaban muy parecido a la forma en la que lo haríamos nosotros. Otras veces, lo usaron como una alusión, donde ellos simplemente aludían a algo que el Antiguo Testamento dijo. En realidad no están interpretándolo; simplemente están recogiendo un pensamiento. Y una tercera forma en la que lo usaron es ilustrando. Para ilustrar un punto que están haciendo. Toman algo del Antiguo Testamento como una ilustración y no están muy preocupados acerca de su entorno o cualquiera de ese tipo de cosas, solamente lo están usando de manera ilustrativa. Sí asumimos que cada uso del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento esta intencionado como cita directa interpretativa, vamos a tener problemas, porque muchos de los usos del Antiguo Testamento son alusivos o interpretativos. Pienso que sí entendemos eso, sí hacemos ese tipo de distinciones, en la mayoría de los casos, los problemas desaparecerán. [Dr. John Oswalt]

De hecho, lo mismo sucede con cada pasaje de las Escrituras. Cada texto nos lleva a múltiples resúmenes legítimos. Y los resúmenes que tienen más valor para nosotros varían de lugar en lugar, de tiempo en tiempo, y de persona a persona. No todos los resúmenes de las Escrituras son igualmente valiosos o legítimos. Pero hay muchos resúmenes del significado original de los pasajes bíblicos que son fieles y útiles para la iglesia en cada era.

Ahora que hemos visto cómo la complejidad del pasaje puede dirigirnos a múltiples resúmenes, dirijamos nuestra atención a la singularidad del intérprete.

Singularidad del Intérprete

En una lección anterior, promovimos un enfoque de autoridad dialógica para entender el significado de las Escrituras. Debemos recordar que un modelo de autoridad dialógica reconoce que la verdad objetiva puede ser encontrada en el texto de las Escrituras siempre y cuando los métodos cumplan con los estándares bíblicos. Un aspecto valioso de un modelo de autoridad dialógica es que destaca el hecho de que todos los intérpretes vienen a los escritos bíblicos con diferentes conjuntos de preocupaciones, suposiciones, trasfondos y cuestionamientos. Cada uno de nosotros leemos las Escrituras en forma diferente porque Dios nos ha dotado en forma diferente. Todos tenemos fortalezas y debilidades, y procesamos la información en una variedad de formas, basados en nuestro conocimiento y experiencia particular. Dios ha diseñado a su iglesia para que cada uno de nosotros podamos beneficiarnos de las fortalezas de otros.

Los dones y trasfondos de las personas les llevan a resumir pasajes bíblicos en distintas maneras. Por ejemplo, un historiador puede resumir el significado de Génesis 1 de diferente manera que un artista. El historiador puede describir el orden de la creación: luz y tinieblas, agua y tierra seca, plantas y animales. Pero un artista puede hablar acerca de la belleza de las estrellas en el cielo nocturno, y de los peces y las aves en el mundo. Las cualidades personales de los intérpretes dirigen a cada uno a traer aspectos importantes del significado original del pasaje.

Al mismo tiempo, ambos tipos de resúmenes pueden también ser obstaculizados por las debilidades de los intérpretes; cada uno omite importantes verdades que el otro incluye. Asumamos por ejemplo, que queremos entender la naturaleza de Dios, y escogimos para comenzar a explorar, Génesis 1. Sí leemos el resumen del historiador, vemos que Dios es un planificador organizado, pero podemos pasar por alto el deleite que Dios tuvo en su creación cuando él declaró en Génesis 1:31 que la creación era "buena en gran manera." Sin embargo, si nos centramos solamente en el resumen del artista, podemos ver a Dios con una impecable creatividad pero podemos ignorar su intencionalidad y su orden. Estas potenciales debilidades nos ayudan a ver que ningún resumen debe ser ignorado simplemente porque no es igual al nuestro. En muchos casos, podemos aprender mucho acerca de un pasaje de los resúmenes de otras personas.

Dado que todos tenemos fortalezas y debilidades en el cuerpo de Cristo, es muy importante que no estudiemos las Escrituras por nosotros mismos, sino que aprendamos de lo que otros han visto en las Escrituras. Pienso en varios ejemplos de esto. He hecho muchos estudios en el Nuevo Testamento. He estudiado el Antiguo Testamento, veo la unidad del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Y el Antiguo Testamento viene a cumplirse en Cristo, en su obra en la iglesia, pero me beneficio mucho de mis amigos quienes han enfocado sus pensamientos y atención en los pasajes del Antiguo Testamento y pueden dar sabiduría para influir en su comprensión del texto hebreo, del trasfondo del Antiguo Cercano Oriente. También me beneficio cuando veo un texto que puede ser citado en el Nuevo Testamento que viene del Antiguo y quiero entender su entorno original. También sé que tengo mis propios puntos ciegos, no sólo por la falta de educación sino porque todavía no estoy totalmente conformado a la imagen de Cristo. Y aprendo de la sabiduría de aquellos que han caminado más tiempo con Cristo. Ellos ven cosas en las Escrituras. Ellos ven implicaciones de cómo se aplican estas a mi vida y a sus vidas de maneras que yo no puedo reconocer plenamente. Así que desde el punto de vista de mi inmadurez espiritual el cual es menos que plena madurez, me beneficio grandemente de los hermanos y hermanas que han caminado más con Cristo. [Dr. Dennis E. Johnson]

Dios planeó que la Biblia y que la interpretación de la Biblia fueran entendidas en un contexto de comunión con otros creyentes. Una de las instrucciones que recibimos casi sesenta y cinco veces en el Nuevo Testamento es justamente la frase "unos a otros" — animándonos unos a otros y edificándonos unos a otros y guiándonos unos a otros, y así sucesivamente, en Efesios 3:18, el apóstol Pablo dice que sólo cuando estamos en comunión con otros creyentes realmente comprendemos con todos los santos cual es la anchura y la longitud y la profundidad del amor de Cristo. Solos no podemos hacerlo, necesitamos hacerlo en comunidad con otros creyentes. Yo mismo lo he experimentado al estar en un estudio bíblico con un grupo mixto de personas, y siempre es sorprendente los puntos de vista con que las personas se enriquecen mutuamente cuando estudian la Biblia juntos. [Dr. P. J. Buys]

Habiendo observado las formas de la complejidad del pasaje y la singularidad del intérprete haciendo posibles múltiples resúmenes, consideremos las necesidades de la audiencia.

Necesidades de la Audiencia

Cuando resumimos el significado original de las Escrituras, generalmente lo hacemos de maneras que nos permite anticipar las necesidades de las diferentes audiencias. Algunas veces resumimos un pasaje para predicar un sermón para adultos. Algunas veces estamos preparando un estudio bíblico para niños. Algunas veces leemos la Biblia porque estamos luchando con un problema en particular, o inclusive sólo para nuestro crecimiento espiritual. Diferentes audiencias generalmente tienen diferentes necesidades y esto significa que en orden de aplicar la Biblia de manera responsable y relevante, tenemos que encontrar resúmenes que sean de ayuda para nuestras audiencias específicas. Cómo un ejemplo, consideremos las palabras de Jesús en Juan 16:33:

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)

Hay muchas maneras legítimas de resumir este versículo. Podemos crear un resumen que se enfoque en la paz, o sobre el hecho de que Jesús nos reveló la verdad. Pero asumamos que necesitamos resumirlo para una audiencia que está tratando con el sufrimiento.

Primero, tendríamos que ver la razón del sufrimiento. Algunos cristianos sufren porque tienen que soportar la persecución de las autoridades políticas no creyentes. Otros sufren por la pobreza o los desastres naturales. Otros sufren como resultado de una conducta imprudente o aun pecaminosa. Y hay otras causas de sufrimiento, también. Debido a estas grandes diferencias en nuestras propias experiencias, ningún simple resumen aplicará responsablemente las enseñanzas de Juan 16:33 a todas estas diferentes audiencias. Por ejemplo, resumir el pasaje para una audiencia que sufre persecución, podría verse así: Anímense porque Jesús finalmente pondrá fin a su persecución y establecerá un mundo en el cual nunca más serán perseguidos.

Pero para aquellos que sufren por la pobreza o los desastres naturales, el resumen podría verse así: Jesús ha permitido tu sufrimiento por un tiempo, y eventualmente te bendecirá de maneras que te compensarán aun más que las pérdidas que has experimentado.

En general, todos podemos sentirnos alentados por el hecho de que Jesús ha vencido al mundo, y todos podemos esperar encontrar paz en medio del sufrimiento. Pero debido a que todos sufrimos diferentes problemas, tenemos que adaptar la complejidad de la enseñanza de este pasaje en diferentes maneras para poder ministrar las necesidades de diferentes audiencias.

Y existen diferencias culturales que también deberíamos tomar en cuenta. Cada cultura tiene una diferente historia, estructura social, puntos de vista religiosos que compiten con el nuestro, así como diferentes fortalezas y debilidades. Para aplicar la Biblia de manera más útil, necesitamos encontrar resúmenes de las Escrituras que ministren a las necesidades de personas específicas en sus circunstancias específicas.

Uno de los privilegios del ministerio pastoral es enseñar la Biblia y proclamar el evangelio a una amplia variedad de audiencias — personas con buena educación, o que no han sido educadas, jóvenes, o grandes, o con una variedad de situaciones laborales. Pero eso es una tarea muy demandante porque requiere de un pastor que realmente tenga idea de las personas a las que les está llevando la Palabra de Dios. Y dos cosas que he encontrado de mucha ayuda: primero, preguntarle a la gente en mi congregación "¿Ha quedado claro?, ¿Entendieron eso? Díganme. ¿Qué es lo que han aprendido de los sermones recientes?" y no sólo hablando a las personas todo el tiempo sino escuchando a las personas en su respuesta a la Palabra de Dios. La otra cosa que he encontrado muy útil es enseñar el evangelio regularmente a los niños pequeños. De hecho, generalmente en el ministerio pastoral he tenido que enseñar el mismo sermón que estoy enseñado a la congregación adulta de una manera más corta, simplificada para los niños pequeños, y para un pastor es una gran forma de desarrollar el don de la sencillez. Y siempre deberíamos tratar de ser simples y claros cuando estamos comunicando algo tan importante como el evangelio. [Dr. Philip Ryken]

Es muy importante adaptar nuestro mensaje para que la gente pueda escucharlo. Una de las maneras es en términos del cerebro derecho o izquierdo de las personas. La parte izquierda es muy analítica, le gusta lidiar con hechos. La parte derecha es más dada a las historias, demostraciones y ejemplos. Yo estoy en medio de ambas, así que necesito las dos. Depende de la cultura en la que estamos porque hay lugares donde las personas usan extremadamente el cerebro derecho y otras personas que usan extremadamente el cerebro izquierdo, y es bueno adaptarse. En el tiempo de Jesús, es muy interesante que él estaba dispuesto a buscar correlaciones de la verdad bíblica a otras Escrituras, a otras experiencias: mira las aves del cielo; que es como la historia del samaritano que va por el camino. Esto lo hacía todo el tiempo. Y creo que él se adapta muy bien a las diferentes audiencias con ambos lados del hemisferio del cerebro. [Dr. Matt Friedeman]

Cuando interpretamos la Biblia, debemos siempre tener en mente tanto el significado original del pasaje como las necesidades de nuestras audiencias contemporáneas. En muchos sentidos, la investigación de las Escrituras tiene que ver con la reducción de la distancia entre el significado original y nuestra audiencia contemporánea, así que podemos beneficiarnos del valor total del texto bíblico. Ninguno de nosotros puede hacer esto perfectamente. Pero podemos confiar que el Espíritu Santo nos dirija a resúmenes bíblicos que ministren a la iglesia de maneras valiosas.

CONCLUSIÓN

En esta lección de descubriendo el significado: nos enfocamos en dos ideas principales: La importancia de las guías para el significado que encontramos en el escritor, el documento y las audiencia de las Escrituras; y los múltiples resúmenes que podemos hacer de las Escrituras.

Todos tenemos que admitir que algunas veces las Escrituras son difíciles de entender. Pero la buena noticia es que Dios nos ha dado una variedad de formas para descubrir el significado de su Palabra. Él nos ha dado los documentos de las Escrituras mismas, y estos documentos contienen el contexto gramatical y literario que necesitamos. Y él también nos provee las maneras para reunir información acerca de los escritores y de la audiencia original de las Escrituras. Y más allá de esto, el significado original de cada parte de las Escrituras es tan rico que podemos obtener nuevos conocimientos de ella cada día de nuestras vidas. Si mantenemos estas cosas en mente cuando estudiamos la Biblia, seremos capaces de descubrir más y más acerca del significado original de las Escrituras.