El Libro de Hebreos: El Trasfondo y Propósito de Hebreos

INTRODUCCIÓN

Los seguidores de Cristo hemos sufrido persecuciones a lo largo de la historia. Innumerables cristianos han sido víctimas de robos, golpizas, encarcelamientos y martirio. Y, de acuerdo a algunos reportes, seguidores de Cristo hoy en día sufren persecución en esta época más que nunca.

Para aquellos de nosotros que no estamos sufriendo de esta manera, es difícil imaginarnos las tentaciones que acarrea la persecución. Los cristianos que vivimos en paz y en un lugar seguro a menudo negociamos nuestra fe aún a pesar de que no estemos en peligro. Pero ¿podríamos imaginar lo tentador que sería negociar lo que creemos para proteger a nuestro cónyuge, a nuestros hijos, a nuestros amigos cercanos y a nosotros mismos, de ser lastimados seriamente? ¿Cómo podríamos animar a otros creyentes bajo estas condiciones?

Este es el reto al que se enfrentó el autor del libro de Hebreos. Él le escribió a un grupo de cristianos que habían sufrido en el pasado y ahora estaban siendo amenazados aún con más sufrimiento. Les había ido bien años atrás, pero el autor de Hebreos temía que se alejaran de Cristo para evitar seguir siendo perseguidos.

Esta es la primera lección de nuestra serie El Libro de Hebreos y la hemos titulado: "El Trasfondo y Propósito del libro de Hebreos". En esta lección, introduciremos una variedad de perspectivas que deben guiar nuestra interpretación de este complejo libro. Como el título lo sugiere, examinaremos el trasfondo y el propósito del libro de Hebreos de dos maneras. Primero, consideraremos su trasfondo, y en segundo lugar, resumiremos el propósito general por el que fue escrito. Comencemos con el bosquejo de algunos asuntos importantes del trasfondo relacionados con el libro de Hebreos.

TRASFONDO

Exploraremos su trasfondo considerando tres temas relacionados entre sí. Primero veremos la autoría del libro. Después investigaremos la audiencia original. Y por último, examinaremos la fecha en la que el libro de Hebreos fue escrito. Veamos primero su autoría.

Autoría

Desde los primeros tiempos, ha habido gran variedad de opiniones acerca de la autoría del libro de Hebreos, pero para nuestros propósitos sólo tocaremos dos puntos. Primero hablaremos acerca de la identidad del autor. Y segundo construiremos un perfil del autor enfocándonos en algunas de las características de su libro. Comencemos por examinar la identidad del autor.

Identidad

Identificar al autor de éste libro no es tan simple como con otros libros del Antiguo Testamento porque el autor nunca se identificó a sí mismo. Ya en el período patrístico, Clemente de Alejandría, quien vivió aproximadamente del año 150 al 215 d. C. y Orígenes de Alejandría, quien vivió del año 185 al 254 d. C., reconocieron que había una variedad de opiniones sobre la autoría del libro de Hebreos en su época. Al principio, el apóstol Pablo era el candidato nombrado más frecuentemente, pero los estudiosos han nombrado también a Bernabé, a Lucas, a Apolos e incluso a Clemente de Roma.

Alrededor del año 325 d. C., el historiador de la iglesia Eusebio en su Historia Eclesiástica mencionó la opinión de Orígenes sobre la autoría de Hebreos en el Libro 6, capítulo 25, sección 14, en la que leemos:

¿Quién escribió la epístola? Dios, ciertamente, sabe la verdad.

El comentario de Orígenes refleja que él y otros estaban muy poco seguros de la verdad en su época. Y la mayoría de los estudiosos actuales están de acuerdo. Sólo Dios ciertamente sabe quién escribió éste libro.

Desafortunadamente, las preguntas sobre la autoría y las maneras en las que los grupos herejes usaron el libro de Hebreos durante el período patrístico, llevaron a algunas personas a dudar si Hebreos debería ser incluído en el Canon del Nuevo Testamento. Claro está, que estudiosos importantes como Clemente de Roma, quien murió alrededor del año 99 d. C., vieron al libro de Hebreos como igual a otros libros del Nuevo Testamento. Y Justino Mártir, quien vivió del año 100 al 165 d. C., hizo lo mismo. Pero éste libro fue omitido del Canon Marcionita, escrito alrededor del año 144 d. C., y del Canon Muratoriano, escrito alrededor del año 170 d. C. Al final del período patrístico, sin embargo, la mayoría de los intérpretes de la iglesia oriental y occidental reconocieron al libro de Hebreos como parte del Canon. Y generalmente estuvieron de acuerdo en que el apóstol Pablo era su autor.

Durante el período medieval, la mayoría de los principales eruditos siguieron creyendo que Pablo había escrito Hebreos. Pero durante la Reforma, los reformadores protestantes cuestionaron muchas tradiciones eclesiásticas, incluyendo la visión tradicional de la autoría de Pablo. Martín Lutero sugirió que Apolos fue el autor. Juan Calvino no dio otra alternativa, pero insistió en que el libro no pudo haber sido de Pablo.

Hoy en día, la mayoría de intérpretes rechazan la autoría Paulina. Mencionaremos tres razones para tomar tal postura. En primer lugar, como ya hemos mencionado, este libro es anónimo, y Pablo acostumbraba poner su nombre en sus epístolas. De hecho, como aclara en 2 Tesalonicenses 2:2, Pablo se preocupaba mucho de las falsificaciones que se habían extendido bajo su nombre. Por lo tanto, parece poco probable que no se hubiera identificado como el escritor del libro de Hebreos. En segundo lugar, éste libro se enfoca en temas que no reciben casi nada de atención en las cartas de Pablo. Por ejemplo, el autor de Hebreos mencionó a Melquisedec tres veces. Hizo énfasis en el tabernáculo del Antiguo Testamento. Y se refirió a Cristo como sumo sacerdote extensamente. En suma, estas cosas distinguen al libro de Hebreos de los libros que sabemos que fueron escritos por Pablo.

En tercer lugar, la mayor razón para dudar de la autoría de Pablo es la manera en la que el autor de Hebreos se distanció de la primera generación de los seguidores de Jesús. Escuchemos las palabras de Hebreos 2:3:

La cual, la salvación habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron (Hebreos 2:3).

Aquí notamos que el autor de Hebreos mencionó cómo la salvación fue "anunciada primeramente por el Señor" — es decir, por Jesús mismo — y "nos fue confirmada por los que oyeron". Esto es, que tanto el autor como su audiencia tenían el evangelio verificado por gente que había escuchado a Jesús directamente. La afirmación del autor de que él recibió su fe de manera secundaria contrasta con pasajes como Gálatas 1:1, 11 y:12, y 1 Corintios 11:23, en el que Pablo insistió en que él había recibido el evangelio directamente de Jesús.

La respuesta a ¿quién escribió Hebreos? es, que no lo sabemos. Tenemos algunas pistas. En la historia de la iglesia han existido numerosas respuestas. Por muchos años la iglesia pensó que Pablo lo había escrito. Yo pienso, que probablemente él no lo escribió porque hay diferencias entre Hebreos y las cartas de Pablo. Por ejemplo, Pablo a menudo… o siempre, se identificaba y después se dirigía al destinatario de la carta. Hebreos no hace eso. Hay temas en Hebreos como el de Cristo como sumo sacerdote, que simplemente no son muy comunes en las cartas de Pablo. Así que probablemente Pablo no escribió la carta. Otros sugieren a Bernabé o Apolos, — Martín Lutero pensaba que tal vez había sido Apolos, Priscila. No sabemos. Lo que más podemos decir del escritor de Hebreos es que era un creyente de segunda generación. En el capítulo 2 hace referencia a aquellos que escucharon sobre Cristo y compartieron lo que habían escuchado, así que parece estarse poniendo a sí mismo en esa segunda generación. [Dr. Stephen E. Witmer]

Hemos explorado la autoría del libro de Hebreos y visto que la identidad del autor permanece desconocida. Pero podemos construir de todas maneras un perfil del autor.

Perfil

Por cuestiones de tiempo, señalaremos sólo dos de las características obvias de la vida del autor.

Judío Helenista. En primer lugar, el autor de Hebreos era un judío helenista. La mayoría de los estudiosos están de acuerdo en que Pablo no escribió Hebreos. Es mejor concluir al igual que Orígenes, que sólo Dios lo sabe. La autoría de Hebreos ha sido debatida, pero esto no debe ser impedimento para aprender todo lo que podamos acerca del autor y su carácter a través de los indicios que nos da el texto.

Podemos ver en el texto que ambas, tanto la influencia judía como la helenista, moldearon al autor y a su libro. La fuerte herencia judía del autor es evidente en su conocimiento del Antiguo Testamento. De hecho, él cita el Antiguo Testamento por lo menos 31 veces en sus 13 capítulos.

Al parecer, el autor también tuvo una crianza de tipo helenista. En el pasado, los intérpretes dijeron que la evidencia de que él fue un judío helenista es su uso de la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo pasado, la investigación de los Manuscritos del Mar Muerto ha revelado que las citas que se pensaba que venían de la Septuaginta, pudieron haber venido de textos hebreos no tradicionales. Por esta razón, no podemos estar seguros de que el autor de Hebreos usó la Septuaginta.

Pero a pesar de este descubrimiento, podemos seguir estando seguros de que el autor de Hebreos era helenista. Su uso tan sofisticado del griego es fuerte evidencia de una crianza helenista. Y su vocabulario y estilo son evidencia de que su excelente uso del lenguaje es incluso superior a los escritos de Lucas.

Passionate Intellectual. El autor del libro de Hebreos no sólo era un judío helenista, sino que también era, y lo podemos añadir a su perfil, un intelectual apasionado. Muchos intérpretes aceptan que el autor de Hebreos era un intelectual. Los argumentos teológicos en Hebreos son más complejos que muchos otros en el Nuevo Testamento. De hecho, el autor mismo reconoció la prioridad que tiene la reflexión teológica en pasajes como Hebreos 5:13 y 14 en donde indicó que para distinguir el bien del mal, los seguidores de Cristo deben ser maduros doctrinalmente.

Podemos decir ciertas cosas acerca del autor basándonos en el contenido de la carta de Hebreos. Una es que era brillante. Conocía la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento, de arriba a abajo. Sabía cómo vincular los textos de manera que fueran muy persuasivos para audiencias tradicionales judías. Probablemente era un autor judío helenista, probablemente escribiéndole a una audiencia judía helenista. Al decir "judío helenista", quiero decir que hablaba griego y que probablemente estaba en la diáspora, pero muy comprometido con sus tradiciones judías y muy conocedor de las Escrituras. [Dr. Craig S. Keener]

Aunque el autor del libro de Hebreos debe ser considerado como un intelectual, no era un académico frío y desapegado. Estaba muy apasionado con la fé cristiana. Su devoción y pasión por sus hermanos cristianos es evidente en su escrito. Escuchemos cómo él muestra empatía con su audiencia en Hebreos 10:33 y 34:

Por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que teneís en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos (Hebreos 10:33-34).

De manera similar, en el 12:1 y 2 mostró su pasión por Cristo cuando dijo:

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios (Hebreos 12:1-2).

Es difícil leer estos pasajes y otros similares sin darse cuenta de que este autor difícilmente era un estudioso impersonal. Tenía una pasión hacía su audiencia y hacía Cristo. Si no vemos su pasión, nos perdemos de una de las características más prominentes del libro.

Algo que también aprendemos del autor es que le importaba mucho la gente a la que predicaba y escribía. Le importaba su apatía espiritual y por eso habla una y otra vez del peligro de cansarse o debilitarse, o incluso de la apostasía. Y por ende era un gran teólogo e intérprete de las Escrituras, pero al mismo tiempo era una persona que conocía muy bien a su audiencia, evidentemente muy bien de manera personal. Realmente le importaban y organizaba y lideraba todo lo que podía en términos de teología, interpretación y aplicación de las Escrituras para ayudarles en su caminar espiritual. [Dr. Eckhard Schnabel]

Hasta ahora en nuestra discusión del trasfondo del libro de Hebreos, nos hemos enfocado en la autoría del libro. Ahora debemos reflexionar en nuestro segundo tema: la audiencia original de Hebreos.

Audiencia Original

El libro de Hebreos no identifica claramente a su audiencia por nombre, ciudad o región. Sin embargo, en términos generales, podemos tener la seguridad de que el autor le escribió a una audiencia específica con la que estaba familiarizado. En el 13:19 al 24, el autor le asegura a su audiencia su intención de visitarles nuevamente. Habló de Timoteo, a quien llamó "nuestro hermano", y también mencionó a un grupo de personas de Italia que su audiencia conocía aparentemente.

Veremos cinco factores importantes de la audiencia original que debemos considerar al estudiar el libro de Hebreos.

Judía

En primer lugar, hay razones para creer que por lo menos una buena porción de la audiencia original era judía. Hebreos 1:1 lo deja claro:

Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas (Hebreos 1:1 [NVI]).

Aquí, el autor hizo referencia a cómo Dios se había revelado a Israel en el Antiguo Testamento. Pero hay que notar que a los israelitas del Antiguo Testamento los llamó "nuestros antepasados" — a los ancestros del autor y de su audiencia.

No es sorprendente que desde la época de Tertuliano, quien vivió desde el año 155 al 230 d. C., el título tradicional de libro haya sido "Pros Hebraious" "Para los Hebreos".

Helenista

En segundo lugar, también puede ser que la audiencia era en gran parte helenista.

El contenido de Hebreos indica que la audiencia estaba familiarizada tanto con las enseñanzas teológicas que eran comunes entre los judíos que vivían tanto fuera de Palestina como con las enseñanzas dentro de los círculos dentro de Palestina.

Varios intérpretes han tratado de determinar de dónde era la audiencia fuera de Palestina. El hecho de que la primera epístola de Clemente de Roma hacía referencia al libro ya desde el año 95 d. C. ha llevado a algunos a sugerir que la primera audiencia estaba en Roma. Hebreos 13:24 ha sido usado para apoyar este punto de vista porque menciona a "los de Italia". Estas sugerencias son interesantes, pero lo que podemos decir con cierto grado de seguridad es que la audiencia original consistía en gran medida de judíos helenistas que vivían fuera de Palestina.

Inmadura

En tercer lugar, la audiencia original de Hebreos era inmadura. Escuchemos la manera en la que el autor la describió en Hebreos 5:12:

Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios (Hebreos 5:12).

Notemos que la audiencia había sido creyente ya "por tanto tiempo" para que el autor dijera "debiendo ser ya maestros". Es decir deberían haber hecho un gran progreso en su doctrina. Pero como lo señaló el autor, necesitaban que se les enseñara "los primeros rudimentos de las palabras de Dios".

Aunque la audiencia era inmadura teológicamente, el libro de Hebreos contiene algunas de las enseñanzas más avanzadas y sofisticadas de todo el Nuevo Testamento. ¿Cómo es que estás características del libro encajan con la inmadurez de la audiencia? La mejor manera de entender esta situación es tener en cuenta que los primeros cristianos adoptaron una práctica común que era usada en las sinagogas del siglo primero.

En pasajes como Lucas 4:16, Hechos 13:15, y 1 Timoteo 4:13 nos enteramos que los líderes de las sinagogas y las iglesias cristianas supervisaban la lectura y la explicación de las Escrituras a sus congregaciones. Por eso, el autor de Hebreos escribió algunos de los escritos más sofisticados del Antiguo Testamento porque esperaba que los líderes de la iglesia le enseñaran lo que venía en el libro a sus congregantes. Ahora bien, en Hebreos 5:11, el escritor de Hebreos reprendió a su audiencia por ser tan "tardos para oír", así que es muy posible que una parte más grande de la audiencia original, se mantuviera inmadura teológicamente debido a que no respetaban a sus líderes de manera adecuada. Esta sugerencia es confirmada en Hebreos 13:17 en donde el autor le dice a su audiencia:

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso (Hebreos 13:17).

Perseguida

En cuarto lugar, la audiencia original de Hebreos era perseguida. Durante el primer siglo d. C. existieron dos momentos famosos de persecución de los cristianos que pudieron haber impactado la audiencia original de Hebreos, por lo menos de manera indirecta. En el año 49 d.C., el Emperador Romano Claudio expulsó a los judíos de la ciudad de Roma. Y en el año 64 d.C. aproximadamente, el emperador Nerón persiguió a los cristianos en los alrededores de Roma.

Al leer la epístola de los Hebreos, se hace evidente que la audiencia original ya había enfrentado persecución en el pasado, algunos de ellos la sufrían en el presente, y la expectativa que el autor tenía es que más de ellos sufrirían, tal vez de manera más severa, en el futuro. En el capítulo 10:32 al 35, el autor deja ver el sufrimiento que por lo menos algunos de la audiencia habían experimentado en el pasado:

Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos… No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón (Hebreos 10:32-35).

Aquí vemos que el autor alaba a su audiencia por su fuerza al ser perseguidos en "los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados". Pero también los anima a no perder su confianza. El término griego traducido aquí como "confianza" es "parrēsia", que en muchos contextos significa "ser valiente", "atreverse", o "no temer" en presencia de dignatarios. Esta elección de palabras sugiere que la audiencia estaba enfrentando persecución pública u oficial de algún tipo y esto los tentaba a perder su valentía. En el capítulo 13:3, el autor también se refería a las persecuciones presentes al decir:

Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo (Hebreos13:3).

En este pasaje podemos ver que el autor exhorta a su audiencia a "recordar a los presos, como si estuvieran presos juntamente con ellos". Y a recordar a aquellos maltratados como si ellos mismos estuvieran sufriendo. Queda claro que no toda la persecución de la audiencia fue en el pasado.

Además de la persecución en el pasado y en el presente, el autor de Hebreos reconoció en el capítulo 12:3 y 4 que su audiencia estaba enfrentando la amenaza de más persecución en el futuro. Escuchemos esta exhortación:

Considerad a Cristo que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado (Hebreos 12:3-4).

Como este pasaje indica, el autor tenía la expectativa de que habría más persecuciones hacia su audiencia, y estaba profundamente preocupado con esta faceta de su experiencia.

La audiencia original de Hebreos enfrentó una serie de problemas – como el autor menciona en el capítulo 10, habían enfrentado varias formas de sufrimiento; algunos habían perdido propiedades, algunos habían sido encarcelados, habían sido sujetos a humillación pública. Y aun así en este punto, él exhorta a sus lectores que estén dispuestos a resistir el reproche de Cristo a enfrentar la exclusión del campamento, lo cual describe en términos del Antiguo Testamento pero probablemente significa ser excluidos de la sinagoga, y que si fueran a Jerusalén serían excluidos del templo, que creo que todavía estaba ahí cuando él escribió el libro. Así que estas eran las formas de persecución que enfrentaban. En el capítulo 12 dice que su sufrimiento no había llegado hasta el derramamiento de sangre, y aun así parece estar consciente de su necesidad, de tener la seguridad de haber sido liberados del miedo de la muerte, como dice en el capítulo 2, a través de la victoria de Jesucristo. Así que parece que una persecución más intensa y violenta está próxima. [Dr. Dennis E. Johnson]

Cercanos a la Apostasía

En quinto lugar, al enfrentar la persecución, por lo menos algunos de entre la audiencia de Hebreos estaban cercanos a la apostasía. En vez de solamente estar desanimados o debilitados por sus sufrimientos, estaban en peligro de darle la espalda a Cristo totalmente. Por ejemplo, en Hebreos 10:26 y 27 leemos la siguiente advertencia:

Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios (Hebreos 10:26-27).

Tenemos que aclarar que el autor de Hebreos no estaba preocupado por pecadillos o pecaditos. Le hizo una advertencia severa a su audiencia a causa de aquellos que le dan la espalda a Cristo totalmente. "No queda más sacrificio por los pecados". Cuando las personas rechazan la fe cristiana, como algunos estuvieron tentados a hacer en la audiencia original de Hebreos, demuestran que nunca tuvieron fe salvadora. Y por esta razón, sólo pueden tener "una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego" reservado para "los adversarios".

Como explicaremos en nuestra siguiente lección, este pasaje y otros similares no implican que los verdaderos creyentes pueden perder su salvación. Este pasaje se refiere a aquellos que profesan fe y experimentan muchas de sus bendiciones, pero sin regeneración y sin justificación. En todos los eventos de Hebreos es evidente que algunas personas en la audiencia original estaban fuertemente tentados a dejar la fe.

Ahora que hemos investigado el trasfondo de Hebreos al considerar su autoría y su audiencia original, veamos nuestro tercer tema: la fecha cuando fue escrita la Epístola a los Hebreos.

Fecha

Aunque la fecha exacta de Hebreos sigue siendo incierta, las fechas más tempranas y más tardías de este libro pueden ser establecidas firmemente. Primero veremos la fecha más temprana posible del libro, o terminus a quo, y después la fecha tardía más posible, o terminus ad quem. Ambas fechas pueden ser determinadas con cierto grado de confianza usando evidencia de las Escrituras y usando evidencia histórica.

Por otro lado, Hebreos 13:23 ayuda a confirmar la fecha más temprana posible del libro. En este versículo el autor escribió:

Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros ( Hebreos 13:23).

Aquí vemos que "Timoteo" estaba "en libertad" saliendo recientemente de prisión. No se nos dice más acerca del tiempo en prisión de Timoteo en ningún lugar del Nuevo Testamento. De hecho, en el libro de 2 Timoteo, la última carta de Pablo que fue escrita poco antes de su muerte, Timoteo estaba en libertad y viajaba para traerle provisiones a Pablo. Aún así éste pasaje nos dice que cuando Hebreos fue escrito, Timoteo había sido apresado y liberado. Por esta razón, el libro de Hebros debe haber sido escrito después de la muerte de Pablo, que tuvo lugar alrededor del año 65 d. C.

Por otra parte, la fecha más tardía para la escritura del libro debe ser alrededor del año 95 d. C. poco antes de que Clemente de Roma hiciera referencia al libro de Hebreos en su Primera Epístola de Clemente.

Adicionalmente, muchos comentaristas han observado que, en pasajes como Hebreos 5:1 al 3, el autor usó el tiempo presente para describir las tareas sacrificiales del sumo sacerdote. Esto es importante porque en el resto del libro, el autor consistentemente utiliza el tiempo presente en griego para referirse a eventos del pasado. Así que es posible que estas actividades sacerdotales seguían sucediendo cuando fue escrito Hebreos.

Además, en el capítulo 8:13 el autor animó a su audiencia a darle la espalda a las prácticas sacrificiales "dadas por viejas" establecidas por el pacto de Dios con Moisés. Él explicó que a la luz del nuevo pacto, estas prácticas estaban "próximas a desaparecer".

Sabemos que las actividades del sumo sacerdote y el sistema sacrificial levíta cayeron al final del año 70 d.C. cuando los romanos destruyeron Jerusalén y su templo. Así que esta evidencia sugiere una fecha para Hebreos alrededor de la muerte de Pablo en el año 65 d.C. y antes de la destrucción del templo en el año 70 d.C.

En nuestra lección sobre el trasfondo y propósito de Hebreos, hemos visto diferentes aspectos del trasfondo del libro de Hebreos. Ahora podemos ver el propósito general del libro. ¿Por qué fue escrito Hebreos?

PROPÓSITO

Se puede decir que cualquier libro tan largo y tan complejo como el libro de Hebreos es escrito con muchos diferentes propósitos en mente. Pero en esta lección nos interesa primero hacer un resumen de los propósitos generales del libro. Cada parte de este libro tiene sus propios énfasis y exploraremos estos énfasis en nuestra siguiente lección. Por ahora queremos ver cómo el libro fue diseñado por completo para impactar los conceptos, conductas y emociones de la audiencia original.

Los intérpretes han resumido el propósito general del libro de Hebreos de varias maneras. Pero para este estudio, describiremos el propósito original de Hebreos de la siguiente manera:

El autor de Hebreos escribió para exhortar a su audiencia a rechazar las enseñanzas judías locales y permanecer fieles a Jesús.

Esta descripción del propósito del autor nos guía hacia las ideas principales encontradas en el libro de Hebreos.

Como hemos ya sugerido, el autor de Hebreos escribió para exhortar a su audiencia. Escuchemos la manera en la que el autor mismo caracterizó su libro en el capítulo 13:22:

Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación (Hebreos 13:22).

Notemos aquí que el escritor le ruega a su audiencia a recibir el libro como "palabra de exhortación". Las palabras "os ruego" vienen del verbo griego parakaleō, la forma verbal del sustantivo griego traducido como "exhortación" en el mismo enunciado.

El término "exhortación" implica "un llamado a ponerse del lado del que pide" o "pedirle a alguien que se ponga del lado del que habla". La misma expresión es usada para describir el llamado al arrepentimiento tan persuasivo y urgente que hizo Juan el Bautista en Lucas 3:18.

Interesantemente, la frase "palabra de exhortación" también aparece en Hechos 13:15 en donde los varones de la sinagoga de Antioquía de Pisidia invitaron a Pablo y a sus acompañantes a dar "palabras de exhortación" después de leer las Escrituras. Es muy posible que la expresión "palabra" — o mensaje — "de exhortación" era una designación técnica del primer siglo para lo que hoy en día llamamos sermón.

Bueno, el autor identifica su trabajo como una palabra de exhortación — esto está en el 13,:22 — y lo que significa es que Hebreos es una exhortación; es como un sermón. Y entonces el uso de la retórica es como una herramienta para persuadir a la audiencia a ser fiel en su compromiso a Jesús, como el hijo de Dios y como su Señor y Salvador. Así que la retórica en la carta de Hebreos, o el mensaje de Hebreos, le permite al autor elaborar los temas, a hacer la exégesis de las escrituras judías — es decir, interpretar las escrituras judías de manera que sean significativas — y entonces presentarlas de una manera muy fuerte para que la audiencia entienda claramente lo que el autor quiere que la audiencia haga. Lo que quiere es que se adhieran a la salvación que Cristo les ha ofrecido, a lo que Dios les ha ofrecido en Cristo. [Dr. Fredrick Long]

Cada epístola o carta del Nuevo Testamento contiene exhortaciones para su audiencia. Pero la Epístola a los Hebreos se diferencia de las otras epístolas del Nuevo Testamento por la intensidad de sus exhortaciones.

Para explorar el propósito del autor, veamos más de cerca la intensidad de las exhortaciones que son tan prominentes en el libro. Y después examinaremos la meta de estas exhortaciones, y cómo esperó el autor que respondiera su audiencia. Veamos primero la intensidad de las exhortaciones del autor a su audiencia.

Intensidad de las Exhortaciones

Para ampliar nuestra vista de lo que queremos decir con la intensidad de las exhortaciones del autor, veremos dos aspectos: el primero es la frecuencia de las exhortaciones en el libro, y el segundo es el estilo retórico asociado con sus exhortaciones. Comencemos examinando la frecuencia de las exhortaciones.

Frequencia

La frecuencia de las exhortaciones del autor nos ayuda a entender la urgencia de su mensaje. Estas exhortaciones son implícitas a veces, pero por lo menos 30 veces aparecen de manera explícita. En muchas ocasiones, el autor usó lo que los gramáticos griegos llamaron el "subjuntivo exhortativo". Estas formas verbales ruegan o imploran y a menudo se traducen como "hagamos" esto o lo otro. Por ejemplo, en el capítulo 4:14 y 16 leemos dos de esas exhortaciones:

Retengamos nuestra profesión… acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia (Hebreos 4:14, 16).

El autor también exhortó a su audiencia al usar imperativos que a menudo se traducen como órdenes directas. Por ejemplo, en el capítulo 12:12 al 16 leemos esta serie de exhortaciones:

Levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas… Seguid la paz con todos, y la santidad… Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe… no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú (Hebreos 12:12-16).

Una de las razones por las que es importante tener en mente lo que el autor exhorta, es que las reflexiones teológicas complejas, a menudo oscurecen el propósito que el autor tuvo. No sólo quería comunicarles sus doctrinas teológicas. Les comunicó su doctrina para persuadirlos a adoptar diferentes actitudes y acciones. Esto es lo que trató de decir cuando llamó a su libro "palabra de exhortación". Si no tenemos esta urgencia en mente, nos perderemos de una dimensión crucial del libro de Hebreos.

Hemos visto cómo la intensidad de las exhortaciones del autor se reflejan en la frecuencia con la que exhortó a su audiencia. Ahora, consideremos cómo el estilo retórico del autor revela también su deseo de exhortar a su audiencia.

Estilo Retórico

El libro de Hebreos se ha caracterizado a menudo por ser muy retórico. Es decir, que emplea muchos recursos literarios asociados con la oratoria persuasiva o el debate urgente en el primer siglo. Muchos de estos recursos retóricos aparecen de vez en cuando en otros libros del Nuevo Testamento, pero los encontramos más a menudo en Hebreos.

Hebreos es posiblemente el mejor ejemplo en el Nuevo Testamento de un autor que tiene buenas habilidades retóricas y literarias, que ayudan mucho a cumplir el propósito del autor. Él está tratando de demostrar la superioridad de Cristo y el nuevo pacto sobre el antiguo pacto, y lo hace en parte con un argumento literario muy convincente. Y usa muchos recursos estructurales diferentes para lograrlo. Así que, estructurado bellamente, usa la retórica para acercar a sus lectores y después los convence de su argumento. [Dr. Mark L. Strauss]

Un recurso retórico, llamado "synkrisis" en griego, es una comparación detallada entre dos o más cosas, diseñada para convencer a las audiencias que afirmen el punto de vista del orador. Por ejemplo, la synkrisis aparece en el libro de Hebreos 7:11 al 28. Ahí, el autor argumentó que Jesús fue un sacerdote real como Melquisedec, un sacerdote y rey mencionado en el libro de Génesis. Pero en vez de sólo afirmar sus creencias, el autor de Hebreos le dio a su audiencia una comparación convincente de ocho puntos entre Melquisedec y Cristo: su linaje, genealogía, nacimiento, muerte, oficio, acciones, estatus y logros. Estas comparaciones detalladas fueron diseñadas para poner en claro todas las dudas acerca de Ias afirmaciones de que Jesús es el gran Sumo Sacerdote real.

Otro recurso retórico en el libro de Hebreos es conocido como "exempla". Exempla son listas de ilustraciones o ejemplos que van uno tras de otro formando un argumento persuasivo para un punto de vista particular. Esta técnica de oratoria aparece en la familiar lista de los fieles en Hebreos 11. Ahí, el autor enlistó por nombre a: Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Isaac, Jacob, José, Moisés, los israelitas, Rahab, Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas. Esta larga lista fue diseñada para persuadir a la audiencia de que los siervos de Dios permanezcan fieles a lo largo de su persecución.

Un tercer recurso retórico usado por el autor de Hebreos es conocido con la expresión "qal wahomer". Esta expresión es bien conocida tanto en las tradiciones greco-romanas como las rabínicas, y puede traducirse como "de ligero a pesado", "de menor a mayor", o "de simple a complejo". Este tipo de argumento comienza con una simple premisa que no puede ser disputada por la audiencia. Después se vuelve una conclusión compleja que la audiencia duda inicialmente pero puede ser aceptada más fácilmente. Para decirlo de manera simple, este argumento dice que como la premisa simple es verdadera, entonces seguramente la conclusión, que es más compleja, debe ser cierta también. Escuchemos cómo aparece el recurso retórico en Hebreos 10:28 y 29:

El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios? (Hebreos 10:28-29).

Aquí el autor comenzó con una premisa que entendía su audiencia: el castigo para aquellos que rechazaron la ley de Moisés era la muerte. Después presionó a la audiencia al argumentar "¿Cuánto mayor" castigo pensais que merecerá el que "pisoteare" a alguien mayor que Moisés— al "Hijo de Dios?"

Estos ejemplos nos ayudan a ver la urgencia que tenía el autor. Él estaba convencido de que su audiencia enfrentaba una situación muy seria y que era hora de que tomaran algunas decisiones muy difíciles. Así que hizo todo lo que pudo para rogarles y persuadirlos de que tomaran las decisiones adecuadas.

Ahora que hemos visto cómo el propósito del autor fue fortalecido por la intensidad de sus exhortaciones,debemos ver una segunda característica del libro: la meta de estas exhortaciones.

Meta de las Exhortaciones

Ya antes vimos que el propósito general del libro de Hebreos puede ser definido de la siguiente manera:

El autor de Hebreos escribió para exhortar a su audiencia a rechazar las enseñanzas judías locales y permanecer fieles a Jesús.

Como afirma la definición, la meta de las exhortaciones del autor era doble. Él quería que su audiencia rechazara las enseñanzas judías y quería que se mantuvieran fieles a Jesús como Mesías. Consideremos cómo el autor le rogó a su audiencia que rechazara las enseñanzas judías locales.

Rechazar las Enseñanzas

Hemos visto que la audiencia de Hebreos había sufrido persecución y que esta persecución les estaba tentando hacia la apostasía. Pero esta tentación no era lo que pudiéramos imaginar a simple vista. Parece que cuando fue escrito Hebreos, los cristianos podían estar a salvo de la persecución, rechazar sus creencias cristianas y al identificarse más con la comunidad judía local.

En el primer siglo, los judíos a menudo tenían que pagar impuestos especiales y sufrían persecución, de vez en cuando. Pero a menudo, las comunidades de judíos en el Imperio Romano eran, libres de profesar su fe. En un principio, éste fue el caso para los cristianos porque estaban identificados fuertemente con el judaísmo. Pero conforme pasaba el tiempo, la identificación de los cristianos como una secta judía comenzó a desaparecer. De hecho, el libro de Hechos reporta que incluso en los días de Pablo, las sinagogas judías rechazaron a los seguidores de Cristo y animaron a las autoridades locales a maltratarlos. Muy posiblemente, ésta es la situación que la audiencia original de Hebreos vivió. Y sus sufrimientos prolongados los tentaron a aceptar las enseñanzas en su comunidad judía local, las cuales eran contrarias a la fe cristiana.

Es interesante que el autor de Hebreos no abordó los problemas asociados a la hipocresía y al legalismo judíos. A pesar de que estos problemas eran cruciales, no eran una preocupación fuerte en el libro de Hebreos. Sino que el autor se encargó primero de las creencias y prácticas erróneas, específicamente aquellas que se desarrollaron principalmente en comunidades judías fuera del judaísmo palestino. Escuchemos lo que el autor de Hebreos escribió en Hebreos 13:9:

No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas (Hebreos 13:9).

En este versículo, el autor hizo un contraste entre "afirmar el corazón con la gracia" con estar fortalecido "con viandas". Este enfoque específico suena muy familiar. Pero notemos también que esto era sólo un ejemplo de lo que él llama "doctrinas diversas y extrañas". En otras palabras, enseñanzas inusuales o extrañas que impartían las comunidades locales judías. Así que, ¿qué eran estas "enseñanzas extrañas" que la audiencia estaba siendo tentada a seguir?

En la segunda mitad del siglo pasado, varias revelaciones útiles acerca de esto salieron a la luz con el descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán. Esta larga colección de documentos perdidos desde hace mucho, fueron incluídos en textos del Antiguo Testamento, pero también escritos extra-bíblicos que representaron las enseñanzas distintivas de una comunidad judía sin franquicias que vivía cerca del Mar Muerto. Contenía libros como Regla de la Comunidad, El Documento de Damasco, el Rollo de la Guerra, el Midrash de Melquisedec, así como secciones de 1 Enoc llamada "El Libro de los Vigilantes" y el "Libro de los Sueños". Estos libros contienen varias enseñanzas que son estrechamente paralelas a los problemas teológicos abordados en Hebreos.

Ahora bien, es importante notar que estas enseñanzas no eran exclusivas de esta comunidad. Otros grupos judíos en el mundo del mediterráneo tenían puntos de vista similares. De hecho, los libros de Efesios y Colosenses lidiaron con problemas similares en sus propios lugares de origen. Sin embargo, el notar algunos de los temas similares encontrados tanto en el libro de Hebreos como en los libros encontrados en Qumrán, nos ayudará a entender muchas de las exhortaciones de Hebreos en contra de las creencias locales judías.

Los Rollos del Mar Muerto son documentos fascinantes que fueron encontrados, claro está, en el desierto de Qumrán, y son los trabajos de la secta judía, la cual se definió por estar en contra y por encima de la corriente principal judía, particularmente los del complejo del templo. Y así de manera análoga al libro de Hebreos, las sectas de Qumrán parecen haberse considerado a sí mismas como un nuevo templo bajo un nuevo pacto. Ahora bien, hay muchas cosas particularmente diferentes porque algunos de los aspectos más rituales del antiguo pacto, el grupo de Qumrán quería revitalizarlos en vez de dejarlos obsoletos, tal y como el escritor de Hebreos sugiere. [Dr. Sean McDonough]

En esta lección mencionaremos brevemente sólo cuatro tópicos encontrados en ambos, en el libro de Hebreos y en los documentos de Qumrán.

Viandas Ceremoniales. En primer lugar, ya hemos visto que en Hebreos 13:9, el autor habló en contra de una forma de comer en particular, las viandas ceremoniales.

Muchas prácticas de Qumrán se describen en el libro de Regla de la Comunidad. Entre otras cosas, la comunidad de Qumrán mantenía comidas comunales sagradas en las que comían especialmente comida consagrada.

Enseñanzas Básicas. En segundo lugar, la variedad de enseñanzas básicas de las que se habla en Hebreos también aparece en textos de Qumrán.

Por ejemplo, en Hebreos 6:1 y 2, el autor mencionó el arrepentimiento, la fe, los rituales de purificación (o bautismos), imponer las manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. Es interesante que la Regla de la Comunidad y el Rollo de la Guerra de Qumrán ponen mucha atención a estos temas y a otros similares de maneras diferentes a las de la corriente principal del judaísmo de Palestina.

Ángeles. En tercer lugar, la literatura de Qumrán nos ayuda a entender el enfoque en los ángeles que se hace en la epístola de Hebreos.

El libro de Hebreos habló de creencias acerca de ángeles en diversos pasajes. Este enfoque fue en respuesta al tipo de creencias que fueron similares a las enseñanzas de libros como La Regla de la Comunidad, El Documento de Damasco, y el Rollo de la Guerra, así como a las secciones de Primera de Enoc llamadas "El Libro de los Vigilantes" y el "Libro de los Sueños". Estos libros exaltaban los poderes de ángeles buenos y malos, sus papeles como mensajeros de revelación divina, y la influencia que tenían en otros seres humanos inferiores. Aparentemente la audiencia original de Hebreos les había atraído este tipo de enseñanzas.

Melquisedec. En cuarto lugar, los documentos de Qumrán nos ayudan a entender el interés inusual que el autor de Hebreos tenía en el personaje del Antiguo Testamento llamado Melquisedec.

Por mucho tiempo, a los intérpretes se les dificultó explicar el por qué las comparaciones entre Melquisedec y Jesús eran tan importantes para el autor de Hebreos. Pero un texto encontrado a menudo llamado 11QMelquisedec o el Midrash de Melquisedec falsamente enseñó que Melquisedec era una figura del cielo que iba a aparecer en los últimos días para proclamar el Día de la Expiación y hacer una expiación final al pueblo de Dios. Al parecer, la audiencia original de Hebreos estaba tentada a mantener ésta u otras creencias similares falsas.

Identificar las enseñanzas falsas que circulaban en las comunidades judías nos ayuda entender porque el autor de Hebreos exhortaba a su audiencia a resistir estas enseñanzas y mantenerse fieles a Jesús.

Existen varios paralelos interesantes entre la enseñanza de los Rollos del Mar Muerto y la enseñanza de Hebreos. La más significativa es tal vez que ambas comunidades creían estar viviendo en los últimos tiempos, que la salvación final de Dios estaba a punto de llegar. La diferencia está en que en Hebreos vemos que la salvación de Dios ya ha llegado, mientras que en el Qumrán o los Rollos del Mar Muerto se espera a que pase en cualquier momento. Pero tal vez la comparación más interesante entre los dos es el papel que juega la figura de Melquisedec. En Hebreos el autor desarrolla esta teología de Melquisedec como un sumo sacerdote de Jesús que no va de acuerdo al orden de Aarón, ni con la teología del Antiguo Testamento, sino de acuerdo al orden de Melquisedec, ya que él era un sumo sacerdote que conoció a Abraham en el libro de Génesis, por esta razón se hace esa comparación. Entre los Rollos del Mar Muerto hay uno – conocido como 11Q Melquisedec, porque fue descubierto en una cueva 11 de los Rollos del Mar Muerto – y trata de interpretar la figura de Melquisedec como un mesías poderoso y glorioso del cielo que trae la salvación. Es una comparación interesante porque por supuesto Melquisedec es un tipo de Cristo en el libro de Hebreos, que en los Rollos del Mar Muerto se convierte en una figura mesiánica. Y los estudiosos se quedan perplejos con esta relación entre el Mequisedec de Hebreos y el de los Rollos del Mar Muerto. Es una comparación interesante. [Dr. Mark L. Strauss]

La meta de las exhortaciones de Hebreos no fue solamente rogarle a la audiencia que rechazara las enseñanzas judías locales. Aún más que esto, el autor quería que se mantuvieran fieles a Jesús como el Mesías.

Mantenerse Fieles a Jesús

Para cumplir la meta de llamarles a ser fieles en el servicio a Jesús, el autor de Hebreos organizó sus exhortaciones en cinco divisiones principales. Veremos en detalle cada una de estas divisiones en nuestra próxima lección, pero por ahora, será util resumir los problemas centrales de cada una.

En Hebreos 1:1 al 2:18, el autor de Hebreos llama a su audiencia a afirmar la supremacía de Cristo por encima de las revelaciones angelicales.

Ya hemos dicho antes que el libro de Hebreos hablaba en contra de las creencias falsas sobre los ángeles. Varios escritos judíos a menudo exaltaban a los ángeles como criaturas poderosas y gloriosas que traían revelaciones divinas a los seres humanos. Esto, produjo un serio conflicto para aquellos que seguían a Cristo. Jesús era de carne y hueso, ¿cómo podían ellos seguir lo que él había dicho en vez de seguir las revelaciones de los ángeles? El autor de Hebreos respondió a esta enseñanza local judía demostrando que en el Antiguo Testamento, Jesús era superior a los ángeles, y esto se demuestra en la vida de Jesús, su muerte, resurrección, ascensión y regreso en gloria.

La segunda mayor división en Hebreos en el 3:1 al 4:13, demuestra que Jesús ha de ser puesto por encima de la autoridad de Moisés.

Para todos era obvio que los seguidores de Jesús no observaban los servicios sacrificiales que Dios le había ordenado a Moisés. La comunidad judía local exhortó a los cristianos a regresar a Moisés y a sus tradiciones. El autor de Hebreos respondió afirmando que Moisés era el siervo fiel de Dios, pero Jesús era aún mayor porque él era el Hijo real de Dios.

Después de abordar el tema de los ángeles y de Moisés, el autor de Hebreos regresó al sacerdocio de Melquisedec en el 4:14 al 7:28. En esta división, el autor argumentó que Jesús era el Sacerdote Real Supremo según el orden de Melquisec. Aparentemente la comunidad judía local quería que la audiencia original rechazára a Jesús como Mesías por sus creencias acerca de la aparición de Melquisedec como el gran sumo sacerdote real de los últimos días. En respuesta a ésto, el autor de Hebreos demostró que Jesús era el verdadero Sacerdote Real, quien apareció en los últimos días para proveer la expiación eterna por los pecados.

En el capítulo 8:1 al 11:40, el autor de Hebreos explicó la supremacía del nuevo pacto en Jesús.

Las enseñanzas de la comunidad judía local, levantaron dudas acerca de la afirmación cristiana de que Jesús había venido a mediar en el nuevo pacto prometido por Jeremías. Pero el autor de Hebreos señaló que Jesús era en efecto el mediador del nuevo pacto. En la última gran división en el 12:1 al 13:25, el libro de Hebreos elabora de varias formas que la audiencia necesitaba ejercer la perseverancia práctica.

Esta división consiste en largas series de exhortaciones así como explicaciones de estas exhortaciones. En vista de tantos retos a su fe de la comunidad judía local y de otras partes, el autor escribió para inspirar y darle energía a su audiencia. Les exhortó a permanecer fieles a Jesús como el Mesías, recordándoles de las promesas de Dios y las bendiciones en Jesús.

Con estas exhortaciones el escritor de Hebreos anima a sus lectores a perseverar. Parte de ese lenguaje es gentil, amable y alentador pero otra parte es francamente aterrador. Eso empieza en Hebreos 2 – "Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?" Y ese argumento a fortiori de "dado esto entonces esto lo es mucho más", sigue apareciendo una y otra vez. Y después hay dos pasajes que han sido referidos como "pasajes de apostasía", Hebreos 6 y Hebreos 10, los que nos advierten acerca del peligro de aquellos que han profesado fe en Cristo de manera profunda – Y que aparentemente lo habían seguido por un tiempo y se alejan – Entonces aún leyendo la narrativa del Antiguo Testamento, así como en el final de Hebreos 3, el autor les dice que no sean como los santos del Antiguo Testamento que fueron rescatados de Egipto y escaparon de la esclavitud pero nunca llegaron a la Tierra Prometida precisamente porque no perseveraron. Claudicaron en el desierto. Toda una generación fue eliminada. Y esos son los paralelos pastorales que muestran que su incentivo no solamente era suave y tierno, y que además había calidez y deseo de animarlos y hablar de las glorias de Cristo para que ellos se acercaran a él. Pero también hay una amenaza y una advertencia que es muy seria y con la cual no se juega. [Dr. D. A. Carson]

CONCLUSIÓN

En esta lección acerca de el trasfondo y el propósito de Hebreos, hemos visto el trasfondo del libro de Hebreos, incluyendo al autor, la audiencia y la fecha en que fue escrito. También nos hemos enfocado en el propósito original de Hebreos al examinar cómo el autor escribió su libro para exhortar a su audiencia a alejarse de las enseñanzas judías y reafirmar su lealtad a Jesús como el Mesías.

El libro de Hebreos es uno de los libros más desafiantes del Nuevo Testamento. Ofrece tanto que no podríamos nunca descubrir toda su enseñanza. Sin embargo, nos podemos beneficiar de muchas maneras de sus enseñanzas complejas. Como seguidores modernos de Cristo, también somos tentados a negociar nuestro compromiso con Jesús para evitar los problemas de esta vida. Pero si abrimos nuestros corazones para escuchar como el autor de Hebreos exhortó a su audiencia original, veremos lo crucial que es mantenernos fuertes en nuestra fe sin importar a qué oposición nos enfrentemos.