Ejercicio de formación espiritual #4 - Exponer las inconsecuencias

Ejercicio de formación espiritual

Esta semana, si el Señor le permite, hable de nuevo con el no creyente que ha conocido. Ahora, ponga en práctica lo que está estudiando el el curso, mostrándole las inconsecuencias de sus convicciones. Primero, trate de descubrir sus presuposiciones. Hágalo con mucho cuidado y mucho respeto, porque no es fácil para el no creyente perder la confianza en sus convicciones y sentirse inseguro y vulnerable. Es como una persona que va al médico y descubre que está gravemente enferma. Hay que orar que el Señor le guíe en la conversación y que le toque el corazón del no creyente.

Pregúntele por qué cree lo que cree. Siga preguntando ¿por qué? hasta llegar a su punto de partida para sus creencias. Puede ser que diga que confía en la lógica o en sus cinco sentidos, o en alguna fuente de autoridad. Pero trate de hacerle ver que en el fondo, decide por sí mismo lo que es verdad. Posiblemente se defienda diciendo que todos decidimos por nosotros mismos. Pero usted puede explicar que los cristianos nos sometemos a Dios como nuestra fuente de la verdad.

Después, si admite que decide por sí mismo lo que es verdad, demuestre que no puede ser consecuente con eso. Utilice lo que aprendió en el curso acerca del problema del enfoque del no creyente. Sabe que no sabe todo, y sabe que no puede determinar lo que es verdad. Al final, pierde la certeza.

Además, tiene un sentido de la existencia de Dios y de Su ley moral. Negar a Dios mientras vive en un mundo hecho por Dios y mientras él mismo es un ser humano hecho a imagen de Dios conducirá inevitablemente a contradicciones.

Finalmente, al ver su problema y su inconsecuencia, explique el evangelio de nuevo. Explique que Dios lo creó a él para vivir en este mundo en relación con Él y en dependencia de Él. Cuando se establece a sí mismo como juez de la verdad, está haciendo lo mismo que Adán y Eva. Es como vivir en este mundo pensando que la tierra es el centro del universo. Las cosas no tienen sentido hasta que reconozca que el sol es el centro. De la misma manera, las cosas no tienen sentido hasta que reconozca que Dios es el centro. 

Nota: Si por algo no resulta conversar de nuevo con el mismo no creyente, puede hablar con otro no creyente, o por último practicar esta conversación con otro creyente.

Diario de reflexión

Pase alrededor de treinta minutos reflexionando y contestando las siguientes preguntas: 

1. Anote cómo fue la conversación. ¿Cómo respondió la persona? ¿Llegó a ver sus presuposiciones fundamentales? ¿Pudo mostrarle las inconsecuencias? ¿Pudo explicar el evangelio y apuntar a Cristo?

2. ¿Qué aprendió por medio de este ejercicio?

3. ¿Cómo le afectó espiritualmente el hecho de compartir y defender su fe?

 Entregue sus reflexiones, siguiendo las instrucciones abajo, antes de la noche del domingo de esta semana.